El niño era feliz en su cuarto.
Sabía en que rincón del suelo tenía cada muñeco, cada pelota, cada avioncito y cada trompo. Cada lugar era un mundo. El niño Tenía las paredes pintadas de blanco y celeste, cada mancha en la pared de salsa o jugo era el recuerdo de la aventura que había vivido un día en especial. El niño no pisaba ni rompía sus juguetes por la mañana, y no tenía horarios para ir a jugar. Las rejas de la cuna eran sinónimo de libertad.
Sabía en que rincón del suelo tenía cada muñeco, cada pelota, cada avioncito y cada trompo. Cada lugar era un mundo. El niño Tenía las paredes pintadas de blanco y celeste, cada mancha en la pared de salsa o jugo era el recuerdo de la aventura que había vivido un día en especial. El niño no pisaba ni rompía sus juguetes por la mañana, y no tenía horarios para ir a jugar. Las rejas de la cuna eran sinónimo de libertad.
El niño se puso alegre, sus papas habían visitado su
habitación; ellos eran grandes y sabios.
El siempre jugaba a ser como ellos. El niño les acercó sus juguetes, pero el padre
se tropezó con un ladrillito. La madreé lo retó por desordenado. El niño dijo
que era su mundo y que ese ladrillito representaba una gran muralla, que dejaba
como chica aquella que vió por fotos de algún país lejano.
El niño despertó al día siguiente. Sus juguetes estaban distribuidas de forma distinta, su madre los guardó de diferentes manera. El padre le pintó las paredes de Marrón y el cielo de negro… ambos le pusieron una camarita con forma de un Santa Claus, y le avisaron que si se portaba mal no recibiría ningún regalo si no carbón.
El niño despertó al día siguiente. Sus juguetes estaban distribuidas de forma distinta, su madre los guardó de diferentes manera. El padre le pintó las paredes de Marrón y el cielo de negro… ambos le pusieron una camarita con forma de un Santa Claus, y le avisaron que si se portaba mal no recibiría ningún regalo si no carbón.
Los padres vigilaban continuamente la habitación, y volvían a
juntar los juguetes cada vez que el niño los usaba.
El niño fue feliz en su cuarto… pero ese ya no era su
cuarto.